1. Miguel de Cervantes Saavedra y su secreto
2. Pablo Ruíz Picasso y su nombre
3. Francisco de Goya y la identidad de La Maja
Sin duda alguna, el cuadro más famoso de Goya es “La maja desnuda“. A lo largo de la historia las malas lenguas atribuían el cuerpo y el rostro a una de las personalidades de la época, la Duquesa de Alba, pero investigaciones recientes descartan esta posibilidad y le adjudican la identidad de la modelo a una jovencita llamada Pepita Tudó, amante de uno de los mecenas del artista, Godoy.
4. Francisco Pizarro y la isla de Gallos
Una de las grandes historias de uno de los conquistadores españoles más famosos de la historia Francisco Pizarro,
es la que sucedió un día a finales del mes de septiembre de 1526 a su
llegada a la isla de Gallos. Después de dos años avanzando hacia el sur
en busca del tesoro de los Incas en Perú y sobrellevando hambrunas,
enfermedades, ataques indígenas y, lo que es más importante, ni un solo
gramo de oro en todo el camino, las tropas de Francisco Pizarro
comenzaron a impacientarse y comenzaron a reclamarle que cesara en su
empeño de conquistar el Imperio de los Incas, del cual, solo habían oído
hablar a un par de sacerdotes de los que nunca más volvieron a saber. Pizarro,
desenvainó la espada delante de sus hombres cansados y
estupefactos, que pensaban que su general había perdido la cabeza. Este,
sin perder ni un ápice de esperanza, comenzó a dibujar una línea en la
arena con la punta de su arma y se paró delante de todos para decir:
“Por aquí, – dijo señalando el lado del sur- por aquí se va al Perú a ser ricos; por allá -señalando al norte- se va a Panamá a ser pobres. Escoja el que sea buen castellano lo que más bien le estuviere.”
Él
fue el primero en cruzar la línea y tan solo 13 personas más lo
siguieron. Los otros, desistieron y comenzaron su retirada a estados más
“amigables”. El 16 de noviembre de 1532, seis años después del suceso, Pizarro y sus hombres derrocaban a Atahualpa, haciéndose así con la capital del Imperio Inca y con todos sus tesoros.
5. Santiago Ramón y Cajal y sus pesas
Pero lo que muy pocos saben es la extraña fijación de don Santiago por el deporte y por la extrema musculatura en sus años mozos… sí, era culturista. Su preocupación no se basaba solo en cultivar la mente, sino que también necesitaba un físico perfecto.
Así es como se describía el propio científico:
(…)ancho de espaldas, con pectorales monstruosos, mi circunferencia torácica excedía de los 112 centímetros, y al andar mostraba esa inelegancia y contorneo rítmico característico de los forzudos o Hércules de Feria(…)
Sin duda un dato asombroso sobre Santiago Ramón y Cajal que pocos conocían.
6. José Ortega y Gasset y sus paseos
El creador de una de las últimas doctrinas filósofas de la historia moderna, el Perspectivismo y su Razón Vital, era incapaz de concentrarse para trabajar en el estado óptimo de sus pensamientos, donde solo llegaba mediante el ensimismamiento, o abstracción del mundo exterior. Su técnica favorita era dar paseos por su enorme pasillo, siempre en la penumbra y sin que nada ni nadie pudiese interponerse en su camino. Una vez que ya tenía sus pensamientos en regla, en el mismo escritorio donde les daba forma con sus escritos, el filósofo ponía siempre una tela negra pegada en la pared y a la altura de sus ojos; esto, simulaba la visión de un pasillo infinito y la del paseo por el mismo…
7. Pío Baroja y su percepción
El carácter huraño del escritor Pío Baroja y Nessi era de sobra conocido por sus allegados y colegas de profesión. Este escritor de la Generación del 98 es conocido por ser uno de los máximos representantes del Realismo literario
y por las pocas veces que se ha visto en las tertulias que tan de moda
estaban por la época… aunque también fue famosa la disputa con el
personaje de la curiosidad anterior, José Ortega y Gasset .
Cierto día, uno de esos pocos en los que se le vio públicamente, en una tertulia que organizaba el también escritor Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, se levantó en un sorpresivo turno de palabra para definir a las distintas clases de españoles. Obviamente no tuvo desperdicio:
Cierto día, uno de esos pocos en los que se le vio públicamente, en una tertulia que organizaba el también escritor Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, se levantó en un sorpresivo turno de palabra para definir a las distintas clases de españoles. Obviamente no tuvo desperdicio:
La verdad es que en España hay siete clases de españoles… Sí, como los siete pecados capitales:
los que no saben;
los que no quieren saber;
los que odian el saber;
los que sufren por no saber;
los que aparentan que saben;
los que triunfan sin saber, y
los que viven gracias a que los demás no saben.
Estos últimos se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales.
8. Salvador Dalí y la reencarnación
Antes de su nacimiento la madre de Dalí, Felipa Domènech i Ferrés, había tenido otro hijo también llamado Salvador. Nueve meses antes del nacimiento del artista, su hermano mayor había fallecido a causa de un catarro gastroenterítico y cuando este nació su madre le puso el mismo nombre que su malogrado hermano. Salvador Dalí realmente llegó a pensar a lo largo de toda su vida que fue una reencarnación de su hermano, teoría reforzada por el empeño de su madre de hacerle ver que tal afirmación era cierta.
9. Antonio Gaudí y su obra póstuma
Sus obras arquitectónicas son únicas en el mundo. Sin duda alguna, su obra más importante es la inacabada catedral (o Templo Expiatorio, como prefieren conocerla algunos) de La Sagrada Familia. Su historia con este proyecto es muy interesante, pero bastante extensa, por eso es no mejor profundizar demasiado; solo decir que comenzó con el Templo en 1883 y, cuando murió en el año 1926 no había sido capaz de acabarla.
Aunque muchos piensen que fue así, lo cierto es que siendo ya un arquitecto bastante importante, Gaudí cogió este proyecto antes de acabar el siglo XIX, pero no fue hasta el año 1915 cuando comenzó a dedicarse exclusivamente a esta faraónica construcción. Intuyendo que no le quedaba mucho más tiempo de vida, el arquitecto preparó todo para que la catedral se fuera acabando poco a poco por nuevas generaciones de arquitectos y pudiendo contemplar cuatro estilos diferentes de diferentes épocas, empezando por el suyo.
10. Carlos I de España y su nacimiento
Además de sus innumerables batallas, sus conquistas en territorio americano y sus victorias contra los ejércitos otomanos existe también la curiosa historia del principio de sus días, más concretamente del día de su nacimiento. Y es que el máximo representante de la opulencia y de la magnificencia, nació dentro de una letrina, el rey y emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano, fue confundido por su madre, Juana La Loca, por una terrible descomposición que se apresuró a solventarla en un santiamén. Para su sorpresa no eran restos de una digestión pesada lo que se encontró, sino al futuro rey más grande de todos los tiempos.
10. Miguel de Unamuno y la realidad
El autor más clásico de toda la Generación del 98 es uno de esos ejemplos de grandes personajes que hacen gala de su camaradería y de su personalidad campechana.
Cierto día, Don Miguel de Unamuno, conocido republicano de izquierdas practicante, fue galardonado con la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. El mismo rey Alfonso XIII se la entregó y mientras esto pasaba el escritor le decía al rey:
Cierto día, Don Miguel de Unamuno, conocido republicano de izquierdas practicante, fue galardonado con la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. El mismo rey Alfonso XIII se la entregó y mientras esto pasaba el escritor le decía al rey:
Texto y fotos:Incoming students-Me honra, Majestad, recibir esta cruz que tanto merezco
El rey, aunque se esperaba una reacción parecida, le contesta:
-¡Qué curioso! En general, la mayoría de los galardonados aseguran que no se la merecen
Unamuno, divertido, acertó en espetarle:
-Señor, en el caso de los otros, efectivamente no se la merecían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario